HE AQUÍ ALGUNAS CONCLUSIONES TEOLÓGICAS DEL RELATO DE LOS MAGOS
El Relato de los magos no hace referencia a personas concretas, sino a personajes. No eran reyes, sino 'magos', es decir sabios que escudriñaban el cielo para entender mejor lo que pasaba en la tierra. Porque estaban buscando, descubrieron, encontraron. Fijense que lo descubren los que estaban lejos, pero no se enteraron de nada lo que estaban más cerca del niño. Para descubrir la presencia de Dios, lo único definitivo es la actitud. Al descubrir algo sorprendente, se pusieron en camino. No sabían hacia dónde, pero arriesgaron.
Otro mensaje importantísimo para los primeros cristianos, casi todos judíos, es que todos los seres humanos están llamados a la salvación. Para nosotros hoy esto es una verdad obvia, pero a ellos les costó Dios y ayuda, salir de la conciencia de pueblo elegido. Pablo lo propone como un misterio que no había sido revelado en otro tiempo: "También los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la promesa". Lo definitivo no es pertenecer al pueblo elegido, sino estar en sincera búsqueda.
Preguntan por un Rey, contrapuesto al rey Herodes. La ciudad se sobresaltó con él, es decir identificada con el rey en su tiranía. Es Herodes el que lo identifica con el Mesías. Los sacerdotes y escribas "sabían" dónde tenía que nacer, pero no experimentan ninguna reacción ante acontecimiento tan significativo. Una vez más se demuestra que el conocimiento puramente teórico no sirve de nada.
El signo de la presencia extraordinaria de Dios en una vida humana era la estrella. Se creía que el nacimiento de todo personaje importante estaba precedido por la aparición de una estrella en el cielo. El relato nos dice que la estrella de Jesús, solo la pudo ver el que está mirando al cielo. El que está mirando a la tierra, nunca descubrirá la estrella. Solo los que esperan y buscan algo nuevo, están en condiciones de aceptar esa novedad. Para los magos, lo ya conocido no les satisfacía, por eso siguen escudriñando el cielo para poder detectar la gran novedad de Jesús. En Jerusalén nadie la descubre.
Los dones que le ofrecen, son símbolo de lo que significa aquel niño para los primeros cristianos después de haber interpretado su vida y su mensaje. El oro el incienso y la mirra son símbolos místicos de lo que el niño va a ser: el oro era el símbolo de la realeza; e incienso se utilizaba en todos los cultos que solo se tributa a Dios; la mirra se utilizaba para desparasitar el cuerpo y para embalsamar, como hombre.
REFLEXIÓN-MEDITACIÓN
¿Por qué no lo descubro? Muy sencillo:
O busco un dios que no existe.
O le busco donde no está.
O le busco con la razón y no con el corazón.
No hay que buscar a Dios,
sino la luz que nos permita verlo en todas partes.
Al entrar en una habitación, no busco la lámpara, sino el interruptor.
Una vez pulsado, instantáneamente se hace la luz.
La luz está dentro de ti. Puede llevar tiempo encontrar el interruptor.
Sigue tanteando, en cualquier momento lo descubrirás.
Tú no eres la habitación iluminada por UNA lámpara.
Eres la LÁMPARA que se transforma en LUZ.