Si sabes perdonar una ofensa.
Si sabes alegrarte
con el éxito de los demás.
Si sabes olvidarte de ti mismo
en un servicio desinteresado.
Si sabes mantenerte en lo correcto
pese a tanta falsedad y mentira.
Si sabes sufrir hoy pacientemente
en detrimento del mañana.
Si sabes ahogar una lagrima
para mañana ver brillar el sol.
Si sabes superar una crítica
y aprender de ella.
Si en momentos de crisis tienes la entereza suficiente
para mañana empezar de nuevo.
Si eres capaz de alabar a Dios y darle gracias
al final de un día de un arduo trabajo.
Entonces, sonríe, porque tu vida es grande¡ Tú eres grande!